Durante varias semanas, la Escuela de Arte de Zaragoza se transforma en un espacio donde la creación manual, la tecnología y la reflexión crítica conviven de forma orgánica. El proyecto Futuro Hecho a Mano despliega un recorrido en el que el cartón, el pixel y la imaginación compartida se convierten en materia común para pensar juntas la estética del futuro.
Concebido y dirigido por las creadoras Rocío Gallardo y Mar Alquézar —antiguas alumnas de la Escuela— el proyecto llegó al centro con la voluntad de abrir un diálogo vivo sobre cómo se encuentran hoy los oficios manuales y las herramientas digitales. Con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, la iniciativa se articula en tres grandes momentos: talleres, exposición y conversatorio.
Los talleres · Pensar con las manos, mirar con la máquina
El alumnado de 2º de Ilustración participó en dos sesiones intensivas de creación manual, donde cada estudiante dio vida a un personaje construido con materiales reciclados. El proceso evitó la planificación rígida: se priorizó el encuentro directo con la materia, dejando que las formas aparecieran a partir del gesto, el error y las texturas encontradas. La ficha de personaje acompañó esta fase como una herramienta poética, invitando a preguntarse por el origen, el carácter, la fragilidad o los deseos de cada figura.
Posteriormente, las piezas fueron fotografiadas y, en la sesión digital guiada por Bea Zamorano, se exploró cómo la inteligencia artificial interpretaba esos cuerpos manuales. La asistente Beta ayudó al alumnado a traducir la materialidad en imagen generada, a redactar textos poéticos y a experimentar con flujos de trabajo híbridos.
Aunque la parte digital presentó desafíos —conexiones intermitentes, uso de móviles como herramienta principal y la novedad de las plataformas— el grupo respondió con una actitud creativa, curiosa y resiliente, convirtiendo las dificultades técnicas en parte del aprendizaje.
La exposición · Mundos que se tocan
El resultado de este proceso toma forma en una exposición instalada en el hall principal de la Escuela. El espacio, habitualmente de tránsito, se convierte en un ecosistema narrativo donde los personajes de cartón conviven con sus versiones digitales gracias a los códigos QR integrados en cada cartela. La muestra celebra el proceso y no solo el resultado: cómo la materia conversa con la interpretación algorítmica, cómo la luz digital reformula pliegues, sombras y rasgos, y cómo cada estudiante aporta un nuevo fragmento a un archivo colectivo de futuros imperfectos.
Las vitrinas, las peanas y las estructuras móviles del hall se integran en un montaje sostenible y accesible, coherente con la filosofía del proyecto. El público puede recorrer estos mundos híbridos y detenerse en las historias poéticas que acompañaban a cada creación.
El conversatorio · ¿Quién define la estética del futuro?
Como cierre del proceso, el Salón de Actos de la Escuela acogió un conversatorio que reunió a más de un centenar de personas. Rafa Pueyo, director del centro, abrió el encuentro subrayando la importancia de conectar la Escuela con la ciudad y de compartir experiencias que amplíen la mirada del alumnado.
La conversación estuvo guiada por María del Castillo y contó con la participación de Carmen Torrijos, Alejandro Cortés y Natalia Royo.
Carmen, lingüista computacional, puso el foco en la necesidad de criterio y pensamiento crítico, recordando que ninguna herramienta piensa sola. Alejandro, cineasta, señaló el riesgo de caer en imágenes estadísticamente correctas pero visualmente previsibles, defendiendo el error como motor creativo. Natalia, de Tintaentera, habló desde la materialidad y el oficio, reivindicando la artesanía como un saber vivo y profundamente humano.
María cerró invitando a entender el gesto manual como una posición crítica y un modo consciente de habitar el mundo. El conversatorio fue emitido en streaming y está disponible en línea, prolongando así el alcance del debate.
https://www.youtube.com/watch?v=FNs-CkC0ZsE&t=10s
Un proyecto que continúa
El proyecto deja un archivo en expansión: personajes, textos, versiones digitales y aprendizajes que seguirán alimentando conversaciones dentro y fuera de la Escuela. De este encuentro queda la intuición compartida de que el futuro también puede hacerse con las manos, y que la combinación entre materia, tecnología y mirada crítica abre caminos hacia formas más diversas, sensibles y sostenibles de crear.






Los comentarios están cerrados.